Cuentos

Bonsái
por María D. Zamparelli

Li Wu se echó la canasta al hombro, agarró la jaula de saltamontes y salió al portal de la choza. Una ráfaga le arrebató el sombrero que cayó como un parasol sobre las cabezas de coles en el huerto de su mujer. Supo entonces que el espíritu del viento le daría batalla. En abierto desafío se ató el sombrero a la cabeza con un bejuco leñoso y caminó durante todo el trayecto hacia el lago con la cabeza baja abriendo con la punta del sombrero una brecha en las malas intenciones del viento.

La mujer miró por la ventana hacia el jardín. La figura del pescador se tambaleaba en la distancia.

Li Wu alcanzó la orilla del lago con la fatua satisfacción de haber ganado la batalla contra el destino. Acomodó sus aparejos junto al árbol solitario, sacó un ovillo con anzuelo de la canasta, pinchó un saltamontes entre los dedos y lo atravesó con el gancho. Se encaramó en el lomo de una raíz y levantó el brazo para hacer girar hilo y anzuelo antes de lanzarlo. Li Wu, en balance precario, escuchó la carcajada oscura del destino que lo levantó por el sombrero y lo tiró quebrándolo en diminutas piezas.

La mujer, intranquila por la creciente turbulencia echó una mirada al bonsái en el jardín. La porcelana del pescador al pie del árbol solitario había desaparecido.


Este cuento ganó mención de honor en el Quinto campeonato mudial de cuento corto celebrado el 21 de mayo de 2010 en la Universidad de Sagrado Corazón en San Juan, Puerto Rico. Salió publicado el domingo, 3 de mayo de 2010 en el periódico El nuevo día, de Puerto Rico.